Meditación y Montañismo
Comparto un escrito que realicé en 2018
Toda “meta” comienza en el plano sutil del anhelo, de la idea.
Me imagino algo que aún no es, y ese deseo no manifestado comienza a gestarse mentalmente. Lo origino desde lo abstracto. Confío en que, si para mi evolución y para mi camino es adecuado que se manifieste, es probable que muchas cosas se comiencen a “mover” para que esto se cristalice, se concrete, a su debido tiempo.
Por eso es importante sostener el anhelo. Que lo que me proponga no decaiga ante los primeros obstáculos. Que pueda superar los pequeñas y grandes desafíos que la empresa que encaro trae consigo.
Me propongo subir el Volcán Lanín.
Me propuse hace mucho tiempo aprender a Meditar….
¡Y sigo intentando fusionar Meditación y Montañismo! La práctica de la Meditación jamás termina. Observo cuán útil es para otros aspectos de mi vida. Mi cuerpo responde gracias al estado de mi mente. Y mi mente responde gracias a la práctica establecida. Y sigo explorando, y continúo aprendiendo. Y descubro que aquellos aspectos importantes para esta práctica lo son para la otra también.
Reviso, repaso mi deseo de fundir Meditación y Montañismo
Intención: Firmeza y claridad en la intención. Me busco al mejor profesor en el tema: averiguo, espero a las inscripciones, me informo, organizo tiempo y recursos adecuados, me anticipo mental y energéticamente. Lo declaro para mí misma y para los que están conmigo, generando así un campo a mi alrededor que favorezca el apoyo de mi intención. Si lo imagino, lo materializo. Si lo deseo desde mi corazón, lo concretaré.
Sostener: Todo lo que nos proponemos viene acompañado de sus respectivas complicaciones o aprendizajes. Metas elevadas no serán la excepción, sus obstáculos tendrán un desafío acorde. Pero la perseverancia es mi compañera. Me dispongo a escuchar y seguir las indicaciones de los que ya pasaron dichos obstáculos. Ser humilde y receptiva a sus enseñanzas, sus aportes, sus indicaciones.
He de practicar, entrenar, ir alargando los tiempos de dedicación al objeto intencionado paulatina pero constantemente. Saldré con días fríos, lluviosos, temprano. Y así me descubro ampliando barreras de esfuerzos, haciendo experiencia, integrando conocimientos nuevos, entendiendo límites, captando mensajes de la naturaleza. Disfrutando de los descansos, la compañía, los pares. Contemplo, me nutro, me reconozco dichosa. ¡Se parece mucho a como me siento con mi práctica de Meditación!!
Disfrutar: No me olvido de que es importante disfrutar del camino. Cuando logro generar hábitos que se establecen algo en mi interior se relaja, dándome acceso a una porción extra de energía, como un plus del que disfruto. Logro en esta instancia paladear del entrenamiento, reducir la ansiedad hasta hacer foco en el presente a tal grado que un remanente vasto y amplio de bienestar se establece, y reposo aquí, en plenitud. Comprendo que el proceso es lo importante. La meta el objetivo, sin embargo, el proceso me maravilla.
Me convierto en Montañista.
Me convierto en Meditadora.
Subo montañas. ¡Tal vez el Lanín a su debido tiempo!
Trasciendo mi mente. ¡Tal vez acceda a otros horizontes en mi próxima práctica!
Anexo:
Un domingo 8 de diciembre del 2019 hice una exitosa cumbre Del Volcán Lanín a las 9 y media de la mañana. ¡Jamás olvidaré ese momento!!
El esfuerzo, el cansancio, la alegría…imposible trasmitirlo. ¡Estar en el punto más alto que existe alrededor! ¡Y haber subido por mis propios medios! ¡Es como tocar el cielo con las manos! Y sacamos unas fotos, y nos felicitamos, y después de un rato…hay que bajar. ¡Qué maravilla de enseñanza! La no permanencia…
Desde esa icónica cumbre he podido continuar solapando mi hobby con mi profesión maravillosamente bien.
Asique sigo agradecida, como cuando escribí estas palabras.
10 de abril 2023
